Día Mundial del Teatro


International Theatre Institute ITI
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Mensaje del Día Mundial del Teatro 2011

Un discurso a favor del Teatro como servicio a la humanidad

Por Jessica A. Kaahwa, Uganda.

La celebración de hoy es un reflejo fiel del inmenso potencial que posee el teatro para movilizar comunidades y tender puentes.

¿Han pensado alguna vez que el teatro podría ser una herramienta muy poderosa para la paz y la reconciliación? Mientras las naciones gastan colosales sumas de dinero en misiones de paz en zonas de conflictos bélicos por el mundo, se presta muy poca atención al teatro como alternativa personalizada para la gestión y transformación de conflictos. ¿Cómo pueden los ciudadanos de la madre tierra alcanzar la paz universal si los instrumentos que se emplean provienen de poderes externos y aparentemente represivos?

El teatro impregna sutilmente el alma humana presa del miedo y la desconfianza, alterando su propia imagen y abriendo un mundo de alternativas para el individuo y, por tanto, para la comunidad. Puede aportar significado a la realidad diaria mientras previene un futuro incierto. Puede participar en temáticas de política social de forma sencilla y directa. Al ser integrador, el teatro puede presentar experiencias capaces de transcender las ideas erróneas preconcebidas.

Además, el teatro es un medio probado de progreso y defensa de las ideas, que mantenemos y por las que estamos dispuestos a luchar cuando no se respetan, de forma colectiva.

Para anticipar un futuro de paz, debemos comenzar usando medios pacíficos que busquen comprender, respetar y reconocer las aportaciones de cada ser humano en la tarea de esta búsqueda de la paz. El teatro es ese lenguaje universal a través del cual podemos promover mensajes de paz y reconciliación.

Permitiendo a cada participante comprometerse activamente, el teatro puede hacer que muchos individuos deconstruyan ideas preconcebidas y, de esta forma, ofrece al individuo la oportunidad de renacer para tomar decisiones basadas en conocimientos y realidades redescubiertas. Para que el teatro crezca con fuerza, entre otras formas de arte, debemos dar un paso decidido hacia adelante incorporándolo en la vida diaria, abordando asuntos críticos de conflicto y paz.

En su búsqueda de transformación social y reforma de las comunidades, el teatro ya existe en áreas devastadas por la Guerra y entre poblaciones que sufren pobreza o enfermedad crónica. Hay un número creciente de historias donde el teatro ha sido capaz de movilizar con éxito audiencias para construir conciencia y para atender a víctimas de traumas de postguerra. Plataformas culturales como el “Instituto Internacional del Teatro” que tienen como objetivo “consolidar la paz y la amistad entre los pueblos” ya están en marcha.

Es por tanto una farsa mantenerse callados en momentos como el nuestro, conociendo el poder del teatro, y permitir a los que empuñan armas y lanzan bombas ser los pacificadores de nuestro mundo. ¿Cómo pueden estas herramientas de alienación ser también instrumentos de paz y reconciliación?

Os exhorto, en este Día Mundial del Teatro, a reflexionar sobre esta posibilidad y a proponer al teatro como herramienta universal de diálogo, transformación y reforma social. Mientras las Naciones Unidas gastan colosales cantidades de dinero en misiones de paz por todo el mundo, por medio del uso de las armas, el teatro es una alternativa espontánea, humana, menos costosa y de lejos, mucho más poderosa.

Si bien puede que no sea la única respuesta para conseguir la paz, el teatro debería ser incorporado sin duda como una herramienta eficaz en las misiones de paz.

Traducción: Proyecto ÑAQUE.

Lo que aprendí de él ....



por Ximena Biosca

Lo que aprendí de él…
es el regalo del universo interno
  • que las cosas están a la Vuelta de la Manzana.
  • que es hermoso cantar , pero es mejor Cantar sobre la Mesa,
  • que El Imaginario Infantil va desde los clásicos de Las Aventuras de Pinocho, un convencional pero diferente Gato con Botas, pasando por recreaciones peculiares de Popeye y Olivia.
  • Stan y Oliver pueden hacer muchas películas, porque siempre están ahí y aunque no lo puedas creer, recrearse en cualquier momento, reviviendo en una Trup sin Fin, con personajes entrañables: Pinocho, Chaplin y tantos
  • Con Narices descubrimos que después de tanta sombra por ahí, los payasos volvían para estar ahí y conseguir en democracia estar “sencillamente en el lugar”.
  • Con la inefable saga de Vivitos y Coleando, supimos sentirnos vivos, mirarnos otra vez y saber que “ir creciendo es ir ganando y perdiendo”
  • Reaprendimos con cada uno de los Objetos Maravillosos a jugar con papeleros, cucharitas y cajitas de bombones. Cada uno desde su lugar es capaz de “abrir ventanitas y cortinitas de par en par para poder ver un poquitito más allá”
  • Siempre hubo lugar para Familias Fernández, tan identificables, prototípicas y entrañables, en la que los secretos personales se vuelven universales.
  • Huesito Caracú vino a reivindicar cuestiones: las de la tierra y los orígenes y cantarnos las más crueles verdades con tanta gracia que lo patético se nos volvió desopilante
  • En El Salpicón donde la fantasía y la realidad se mezclaban, y comprobábamos lo bien que se llevan y que en el fondo en no saber cuál es cuál consiste la magia.
  • Hay Hoteles Oasis por todos lados en donde suenan  Graves y Agudos
  • Todo esto ahora se vuelve Locos Recuerdos….entrañables, legados

Lo que aprendí de él fue el derecho a la imaginación, con el sentí que tenía mi derecho representado en la platea del teatro y que podía reinventarme mundos como niña para después transmitirlo a otras generaciones.
Lo que aprendí de él es que los Derechos Torcidos de los chicos se pueden “enderezar” desde el hecho artístico respetuoso y convincente, sólo poniendo Manos a la Obra
Lo que aprendí de él es amar a la comedia musical, y mi devoradora y motivadora pasión por el teatro: ese hecho de verdad, con minuciosidad y profesionalismo.
Lo que aprendí de él es entender el juego colectivo y eterno del teatro de la manera más genuina.
  • Lo que me deja hoy es un gran orfandad
  • Lo que me deja hoy son hermosos recuerdos de mi paso por Río Plateado
  • Lo que me deja hoy es su enorme obra, perdurable y vigente como la de María Elena

ETERNAS GRACIAS HUGO MIDON ...

Día Mundial del Teatro Infantil

Carta del Presidente de ASSITEJ Internacional en ocasión del Día Mundial del Teatro para Públicos Jóvenes


El teatro, verdaderamente, es una tradición viva; en todo el mundo. Las artes escénicas han sido parte de la vida cultural durante miles de años. Y durante siglos también los niños y los jóvenes han formado parte de sus públicos. La importancia de ofrecer un acercamiento a las artes teatrales desde la más temprana niñez –y a lo largo de toda la vida- es evidente. El acto de ver teatro es en sí mismo un arte que debe ser aprendido. Escuchar es una práctica que entre más se ejerce, más lleva a la comprensión. El teatro para públicos jóvenes tiene mucho que mostrar, mucho que decir, mucho que comunicar: impresiones y expresiones, actitudes y acciones, experiencias y visiones. En los escenarios se pueden contar historias, pero para que las imágenes y los significados cobren vida se necesita un público que los perciba. ¡En ello hay un milagro! Y por esto, el teatro no nada más y simplemente es parte del patrimonio del mundo, también debería ser reconocido como la octava maravilla del mundo. Y los actores, dramaturgos, directores, músicos, investigadores, educadores, técnicos, diseñadores de escenografía y de vestuario seguirán trabajando para cultivar esta maravilla para las siguientes generaciones. Tiene que ser posible que todos los niños y jóvenes reciban este legado. Por lo tanto, me dirijo a todos ustedes en el Día del Teatro para Públicos Jóvenes con la esperanza de que los políticos, la sociedad civil, los mercados globales y las empresas locales presten especial atención al teatro para niños y jóvenes, que hagan posible que se garantice que todos los años todos los niños de todos los jardines de niños, y todo niño en toda escuela, puedan asistir al teatro al menos un par de veces. Pues el juego del teatro sólo puede jugarse de verdad cuando hay un público con quien jugarlo.

Wolfgang Schneider