No sé que decir (o el arte de decir cantando)
Espectáculo teatral, viernes y sábados en el Teatro de la Comedia, Rodríguez Peña 1062
por Ximena Biosca
Exponente de un género difícil de definir, el de la “improvisación musical”, a media agua entre el stand up y el teatro musical, este espectáculo propone cambiar las reglas y simplemente, improvisar cantando, con la sola estructura de un puñado de elementos temáticos, proporcionados por el azar y por el público (el componente azaroso por excelencia de todo espectáculo).
La dificultad (que es también la razón de su encanto) proviene justamente de la diversidad y la mezcla, ya que se incluyen elementos de comedia musical, de match de improvisación, de recital de música en vivo (la presencia del piano), de vaudeville (caracterizado por su ritmo frenético y ajustado) y la estética minimalista del stand up que recurre a unos pocos objetos, todo ensamblado con un humor "fino" que en este caso, y a pesar de que el espectáculo se hace y se ajusta por medio de la participación del público, no se "mete" ni incomoda al espectador (no lo agrede, no lo cohibe). En el escenario cinco actores/cantantes, Mariela Cantor, Virginia Kaufmann, Javier Zain, Darío Levenson, Fabián Suigo y Carlos Gianni al piano, involucran al público invitándolo a formar parte de este juego en el que ellos “no saben qué decir”, por lo que necesitan su complicidad y participación.
Una presentación cantada, bailada, actuada, pero no improvisada, explica el mecanismo de la obra en cuestión y luego se suceden las 15 escenas, que desde la primera, realizada en base a “textos” aportados por el público desde sus carteras y bolsillos (volantes, facturas, paquetes de pañuelitos, etc.) es un despliegue de creatividad y virtuosismo en el oficio. Precisamente, ¿cuál parece ser el objetivo de este espectáculo realmente distinto que le da a la cartelera porteña otro toque más de eclecticismo?. Bien podría ser el mostrarle las pericias del oficio de actor, sus habilidades, la exhibición de sus ejercicios de formación, ya que explora algunos de los componentes básicos de la acción teatral: reduce a un mínimo los elementos para mostrar el poder de la actuación, la fuerza de las escenas, su capacidad de despertar la participación imaginativa, con la “suspensión de la incredulidad”.
En este sentido Carlos Gianni (reconocido profesional especialista en teatro musical para chicos y tandem de Hugo Midón en todos sus reconocidas puestas teatrales) es el interlocutor y director perfecto para este juego, ya que con su piano va recorriendo los más diversos rítmos musicales –folklore, tango-pop, internacional-, ajustándolos en las distintas escenas de acuerdo a los textos creados por los cinco dúctiles actores/cantantes/bailarines que se mueven como “pez en el agua”, afrontando las distintas escenas con gozosa soltura.
En definitiva NO SE QUE DECIR, es una propuesta original y creativa que invita al juego para todos, adentro y afuera del escenario, y nos hace participar en los placeres del proceso creativo del artista.
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