Por Ximena Biosca
Para adultos y chicos sin miedo a la oscuridad
Cuartoscuro es una nueva propuesta del Ciclo Todosonidos en el marco del Teatro Ciego Argentino, bajo las reglas de ese teatro, que busca desarrollar la percepción a través de los sentidos no visuales (es decir en una sala con total oscuridad, ya que desde antes de comenzar cualquier espectáculo se entra al recinto sin nada de luz.)
Cuartoscuro se presenta a sí mismo como lo que es, una “experiencia del sonido”, y es ahí en donde fundamentalmente el oído y en algunas partes del espectáculo el olfato se colacan en primer plano. La sincronizada “aparición” de los distintas resonancias y algunos olores: cítricos, vainilla; canela, etc., contribuyen para “dejarse llevar” por esta impactante improvisación. Pero ese recorrido no es pasivo, sino una invitación a adentrase en esta puesta en escena, activados por las distintas sonoridades: algunos más “ordenadas” y armónicas, otros más melodiosos y “respirables”, otros más tribales, guturales y “estruendosas”.
En este viaje las voces y las ráfagas de aromas van construyendo la trama y rodeando al espectador. Al no haber cuerpos en escena para ver y en la oscuridad total, para los “que vemos” abordar esta experiencia al vacío es un desafío en donde todo va tendiendo a poblarse de sensaciones: placenteras, incómodas, increpantes y bellas.
Lo demás formará parte de lo que esta puesta logre transformar en el que asiste a este espectáculo, para convertir esta original experiencia personal, y en ese sentido intransmisible, en una verdadera vivencia. Más que escuchar hay que jugar (aún en la oscuridad) y permitirse llevar y entregarse a la estructura planteada.
Podemos enumerar las sensaciones de esta cronista: la bellaza en su estado crudo, el abismo, lo extraño, lo reconocible, la “verdadera oscuridad” y la “luz más brillante” en un mismo espacio. Pero cada espectador podrá entregarse a su propio periplo y trayecto. Ahí se podrán también objetivar las reacciones humanas ante lo que aparece como incertidumbre de no saber a lo que se está por asistir. Dependerá de cada uno el poder “dejarse llevar” o reaccionar de distintas maneras a los diferentes estímulos: en ese sentido se han escuchado voces “silenciosos”, algunas pequeñas risas y roces con las sillas; pero la sensación y los sonidos que nos proponen estos cuatro músicos son más potentes y penetrantes que estos pequeños reactivos.
Esta propuesta es en y por los músicos: Pablo Hildebrandt, Julián Mezzano, Sebastián Zanetto y como invitada Silvina Sznajder (como voz femenina emergente desde la enorme potencia y la dulzura), verdaderos comandantes de este “experimento”. Ellos activan todos las técnicas musicales y vocales en esa conjunción perfecta de voces e instrumentos, logrando este papel clave de desplegar con pericia y destrezas todos sus recursos –tocando variedad de instrumentos (sin poder mirarlos!)-.
En este ensamble perfecto nos conducen a ese viaje infinito, que como penumbra (esa intersección entre luz y sombra) destella en esta experiencia de puro presente. Una experiencia diferente, cargada de emoción, sentido, y aprendizaje que produce en el espectador un sinfín de emociones/impresiones para poder acariciar, aún en la oscuridad.
Martes 21:30hs y horarios especiales
Valor de las localidades: Desde $20
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