La Cantata más esperada
por Ximena Biosca
Concebida como un proyecto cultural y educativo en el marco del Bicentenario Nacional, la Cantata Argentina Canta por la Paz fue además un hecho artístico inédito y hermoso.
Con objetivos generales y abarcativos, ecuménicos y algo grandilocuentes como “favorecer la integración y la convivencia entre los niños pertenecientes a distintos credos religiosos, realidades sociales y colectividades que habitan el país” y algunos concretos y asibles como: “complementar la educación musical de las escuelas participantes para “amalgamar diferentes expresiones interrelacionadas como música, teatro, plástica”, “contribuir al trabajo de los docentes de las escuelas del país” y “permitir que los alumnos experimenten el hecho de formar parte de un conjunto coral”, luego de muchas postergaciones y dilaciones el espectáculo tuvo cita en el Microestadio Malvinas Argentinas el domingo 19 de diciembre.
El proyecto fue pensado para que concurriera el simbólico número de 1810 chicos, pero finalmente por la suspensión del evento (que iba a realizarse en Plaza de Mayo) participaron 800 aproximadamente.
Argentina Canta por la Paz fue desde su concepción e ideación impecable: se elegían como participantes a alumnos de 5to. grado de escuelas primarias de diferentes confesiones religiosas y colectividades y muchas escuelas públicas y se involucraba a los docentes para que trabajaran mancomunadamente con quienes proyectaron e interpretaron el espectáculo.
Desde el primer momento la Cantata se complementó con un sitio web, muy bien diseñado y accesible, no sólo para los involucrados en el proyecto, sino para el público en general. Ahí mismo se pudieron conocer y bajar las partituras y las letras que conformaron las eclécticas (tanto en sus letras como en sus variedades musicales) 12 canciones.
Canciones más ecuménicas y universales como “leitmotiv” de la Cantata: “Caminando Juntos” y la emotiva “Unidas las manos”, otras bien corales (valga la tautología como “El Coro de los Chicos)”, algunas con referencias a la amplia y generosa geografía Argentina: “El mapa”, “ Lo que tenemos”, y otras más propiamente alusivas al bicentenario como: “De dónde viene la papa” y “Manuel Sueña” (la única con una referencia precisa a un prócer).
He ahí uno de los grandes méritos de esta Cantata. Cuando hubiera sido mucho más sencillo, hablar sobre San Martín, sobre los símbolos patrios o cualquier otra referencia “de acto escolar”, este es el principal hallazgo: que no cae en didactismos ni en demagogias. Por el contrario, cuenta en 12 bellas partituras parte de nuestra historia y habla de un imaginario colectivo, preciado y deseado; recatando valores como la paz, la unidad, la memoria y los anhelos de una nación que piensa y proyecta un futuro. En este sentido, no hay ni un ápice de “chauvinismo” y eso es lo más rescatable en una obra de este tipo.
Todo lo afirmado es puro mérito del “dream team” convocado, compuesto por el maestro Carlos Gianni (uno de los referentes musicales más importantes en música para chicos) en la dirección musical y artística, Silvina Reinaudi (partenaire en muchos espectáculos de Gianni) en el guión y las letras, Betty Rodríguez para la dirección coral, Rubén Segal en la dirección escénica y en la dirección de orquesta y arreglos: Sergio Blostein.
Del show en sí mismo se puede decir, que pese a las limitaciones del espacio (una lástima que en un momento no hayan permitido el ingreso de más personas por restricciones municipales) los chicos se lucieron en un trabajo metódico de coordinación, precisión y ritmo. Parecía increíble, observar a 800 chicos articulando las canciones en una puesta en escena que sin ser “coreográfica pura”, tenía toda la plasticidad y el dinamismo de una danza en conjunto (puro merecimiento del trabajo de Rubén Segal).
La Cantata tuvo su orquesta en vivo, con todos los instrumentos a disposición de los chicos (otra oportunidad de conocer y palpar cosas lejanas y “excelsas”) y ver una orquesta soñada para algunos niños de escasos recursos que participaron de este proyecto. Así pudieron oír e interactuar con clarinete; teclados; flauta; contrabajo; piano; batería y oboe en donde se lucieron músicos como Javier Estrin y Mariano Gianni.
También estuvieron dos actores efectivos y probados en el universo del teatro infantil como Jorge Maselli y Marcelo Albamonte, que hicieron las veces de maestros de ceremonia/cantantes principales, sostenidos por el gran coro de los chicos, vinculando y organizando las canciones con los breves textos y algunos gags, acompañados por una lucida producción audiovisual con imágenes ilustrativas, pero sin golpes bajos. Sólo complemento de lo que debería resaltar: la delicadeza de las voces en conjunto y la profundidad del contenido.
Argentina Canta por la Paz, promete un documental a estrenarse en 2011. Seguramente reflejará todo el esfuerzo de un proyecto loable, desde lo cultural y desde lo artístico que hubiera merecido un mejor espacio donde la Cantata de los chicos pudiera lucirse…. Nos quedamos con las ganas y tratándose de un proyecto que cuenta con apoyo oficial bogamos por su continuidad. Un proyecto íntegro, acabado y armónico que ayuda a mirarse y a mirarnos como sociedad.
Sitio web: http://argentinacanta.org/crm/
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